No quiero sentirme observada,
quiten de mi sus miradas.
Quiero vivir a mi antojo
aunque parezca alocada.
Le haré caso a mis instintos.
Escucharé al corazón
Pues el cerebro
no siempre
tiene con él la razón.
A veces se equivoca.
Y aunque me dice
no ames la roca,
porque te tropezaste con ella
y te rompiste la boca.
Seguiré mi vida loca.
Igual nadie pide permiso.
Y aunque a veces esté por el piso
por ratos me hace feliz.
Y quizás falle o acierte
igual nadie vivirá por mí
ni para siempre.
A eso vinimos
a gozarle y a sufrir,
a caerse y levantarse,
a estar triste
y estar feliz.
Cierra tus ojos
sueña y espera
que igual el final llega.
O ábrelos
observa y reacciona
igual la muerte
a nadie perdona.