Aún recuerdo tu sonrisa
que en la tarde lisonjera
parecía besar mi alma
esa tarde que nunca fue
Recuerdo el aromático café
que nunca llegamos a tomarlo
pero cuyo sabor alentaba el atardecer
hasta el viento sonreía aquella vez.
Quizás sólo me lo invento
pero siento que estoy sentado en el Sol
abrazado a la Luna, juego con las estrellas
mientras tu sonrisa alimenta mi ego.
Recuerdo que la ternura de tu voz
acariciaba mis pensamientos
arrancaba suspiros incansables
y yo no quería dejar de escucharte.
Recuerdo que tomé tus manos
sentí el calor de tus senos
y bebí el néctar de tus labios
quizás sólo lo soñé, pero así fue.
Te escondes en las sombras de la noche
como queriendo borrar el atardecer
y hasta me invento una despedida
que en verdad nunca tuvimos.
Lima, 23 de mayo del 2024
AUTOR: JAVIER SOLLÍS
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