bonifacio

Sálvame de las aguas mansas

Señor

Sálvame de las aguas mansas

Que de las bravas me salvo yo.

 

Y en esa noche de pavor

Las aguas mansas

Sin Dios ni ley

Se llevaron

A más de un rey de las finanzas

 

La esperanza no alcanzó ninguna orilla

Se llenó de agua la escotilla

Y el auxilio no llegaba.

 

El mar

No estaba para cuentos.


¡Señor!

¡Que gran tormento!

 

Manso y todo

Portentoso haz de hielo

Provocó esa matanza.

 

Gritos y lamentos.

 

El exceso de confianza

Puso fin

A esa obra ingenieril descomunal.


En el fondo del océano

Aún se oye el cantar de las sirenas

Al recibir esta avalancha.

 

Muchos muertos

Pocos vivos

Y grandes enseñanzas.

 

Al día siguiente no quedaban ya vestigios

Mas

Las aguas mansas

Continuaban en silencio

Y el prodigio de su paz

Contrastaba con lo cruel de ese destino

El del hombre

Cuando el en su camino

No obedece esas leyes

Que en ti siempre descansan.

 

.-¡El Titanic!

¡Se hundió el Titaniiiiiiiic!

 

.-La gente avanza.

 

.-¡Ultima noticia!

¡Se hundió el Titaniiiiiiic!

 

.-La mundo reza.

 

.-!Hundido el Titániiiiiic!

 

Pero no alcanza.