Dirán que enloquecí...
¿Dónde están esos labios que besar quería un día?
¿Dónde esos ojos negros que verme en ellos deseaba?
¿A dónde la muerte te sepultó lejos de mí?
¿A dónde pusieron tú lápida que no la encuentro?
Quería llorar sobre ella, para que escucharas mi llanto,
también quería leer mis poemas de amor inspirados en ti,
añoro tu presencia, deseaba tanto que los escucharas.
¿A dónde dejó la carta que ayer te escribí con amor?
¿De dónde viene tu canto si tú no estás aquí?
Hoy te recuerdo, amor, ¡Amor, te extraño!
Porque en mi cama no estás y esos besos idolatrados
solo los recibí de ti y ahora los quiero sentir.
Me baño con agua tibia, y siento tus manos caminar por mi cadera,
Te escucho decir quedito aquí sigo juntito de ti.
Me hubieras llevado contigo y en el cielo gozaríamos,
disfrutando esté amor que a los dos nos volvió locos,
no hubo noche encendida que no disfrutáramos bajo sábanas,
los cuerpos ardían brillando como luciérnagas.
Pues en cada beso vida me dabas.
Busco donde llorar mi duelo,
aunque es mejor creer que aún estas vivo
y de noche esperar que vendrás a mi encuentro,
despacito te metes a mi cama y solo se ve brillar
el amor que por ti siento y encendida de amor te llamo,
descansa en mis senos cómo si nunca te hubieras ido.
te echo de menos ahora que no te tengo.
Si en la lápida te digo aquello que me falto decir
Tú ya no escuchas lo que yo te quiero decir.
Bajito te nombro para que nadie sospeché
Porque Dirán que por ti enloquecí.
Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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