En el sollozo
vibran notas secretas,
la sinfonía empieza
suave y lenta.
las partituras giran,
viajando en movimientos,
en espacios y tiempos,
diversos.
El tiempo se desliza, no hay fronteras,
las improvisaciones, exquisitas,
la sinfonía sigue, suave y lenta.
Las almas que se funden,
en las notas perfectas.
Las manos como arpegios,
recorren los senderos, los labios
y los vientos…
con un ritmo creciente
la sinfonía surge de las manos
que piensan,
en las cuerdas, los pianos,
en los suaves, los lentos…
la sinfonía, surge de pasiones
inquietas, y entregas fascinantes,
en una dulce noche de concierto.