Eres dulce
como el canto del pájaro
que sus notas
desparrama por el
viento.
Eres dulce
como el néctar
que bebe el ruiseñor
volando flor en flor
ebrio de amor.
Un cosquilleo
en el alma,
una sonrisa,
una poesía,
suavidad
en el viento,
dulzura,
canto y
melodía.
Eso eres, vida mía.