Detente un momento por favor,
en medio de este torbellino encantador,
tu sonrisa es la chispa y el resplandor,
que enciende en mi pecho un nuevo ardor.
Tus ojos, dos luceros brillantes,
me cautivan con su brillo constante,
y en cada mirada, tan deslumbrante,
me pierdo en un sueño apasionante.
Detente, me estoy enamorando,
en cada susurro, en cada beso blando,
mi corazón sin querer está gritando,
y tu nombre en silencio suspirando.
Tu risa es la melodía perfecta,
que en mi alma siempre resuena directa,
y en cada abrazo, de manera discreta,
mi amor por ti crece y se proyecta.
Detente por favor y observa,
cómo mi mundo sin ti se conserva,
pero contigo, mi amor se preserva,
en un estado de dicha y de reserva.
Tus palabras, dulces y sinceras,
me envuelven como una brisa ligera,
y en este juego de almas enteras,
mi amor por ti se convierte en mi bandera.
Detente, me estoy enamorando,
cada día y cada instante más profundo,
tus gestos y tu ser voy explorando,
en este viaje hacia el amor en un segundo.
Así que detente y dame tu mano,
y vamos juntos por este camino cercano,
mi corazón te sigue como la primavera al verano,
y si aceptas seguir, te aseguro que no solo yo saldré ganando.