Mas de treinta días han pasado,
Desde que de mi amor te enteraste.
Hoy mi mundo se siente incompleto,
Pues le faltas tu, y tu perfume,
Hoy te pienso, te siento.
Hoy como siempre,
El cielo se oscurece
Trayendo la noche solitaria,
En la que algunos duermen
Mientras que otros aman.
En mi solitaria habitación
Danzan tus recuerdos,
Anhelando ser vividos.
Un silencio sin absolución
Me marca dolorosamente.
Cuantas horas has pasado aquí,
Y de cuantos amoríos
Han sido testigos estos pálidos muros,
Que cómplices nos cubren del mundo,
Cuando parecemos devorarnos.
Cuantos besos, cuantos abrazos,
Entre los cuales sale…un te amo,
Como el broche perfecto,
Que cierra esos momentos dorados,
En los que sienten envidia seres alados.
Los ángeles no pueden amarte,
Niña de ojos serenos y hermosos.
Por ello cuando nos amamos,
Más que dioses nos sentimos
Al fundirnos, al rosarnos.
Como las raíces y la tierra,
Que se entrelazan,
Con cada vez más fuerza
Y que se buscan como por instinto,
Pues se necesitan y se anhelan.
Te busco entre mis memorias,
El sucio pozo de mis añoranzas,
Que cada día se limpia un poco por tu causa
Y que se levanta con el batir de alas rotas,
Esperando latir con un poco más de fuerza.
Te deseo, como la noche a las estrellas,
Que le adornan y acompañan
Haciendo la penumbra menos notoria.
Y te amo, con el honor de mil caballeros,
Que por ti en batalla se desangran.
Solo quiero cobijarte, cubrirte con mis alas,
Que en el día sola no te sientas,
Y en la noche nada temas.
Caminaría sobre fuego con los pies heridos,
Solo por besarte una vez más.
¿Qué es mi cuerpo,
Simple vasija de barro,
Comparado con el tuyo
Mi dulce dama de porcelana?
A ti me he vuelto adicto.
A las líneas de tu cuerpo,
En las cuales mi boca ansiosa se pierde,
Como un lápiz que dibuja los placeres.
En un vicioso me he convertido
Son mi vicio tus quereres,
Que en risa convierten mi llanto,
Y en renacimiento mi agonía.
Sin ti mi mundo no estaría completo,
Y razón mi vida no tendría.
Vivo por ti, por cada momento,
En el que te veo sonreír,
Cuando juntos jugueteamos,
Con la ternura de los niños
Y con la pasión de los amantes,
Tales momentos,…tan fugaces…
Hoy como siempre,
Dormiré con tus ojos como luceros,
Mi amada ninfa de la inspiración,
Nos encontraremos en los sueños,
Que emanan de esta fría habitación.
Fiel confidente de mi amor por ti,
Un amor firme, con corazón vacilante,
Que después de este tiempo
De no ser ya dos, sino mas bien uno,
De ti no tiene suficiente.
Porque ningún momento que yo te pueda dar,
Y ningún mundo de letras o colores que yo pueda crear,
Estará a la altura de tu ser, tierna musa de los cielos,
Fiel vasalla de mis sueños y cómplice de mis anhelos,
Dueña completa de mi corazón y mi amar.