Danny McGee

LOS OJOS DE JO.

LOS OJOS DE JO.

A los ojos de Jo, los hubiera puesto ante Dios, enmarcados por el firmamento hasta dejar de azular todo y entregar un abanico de colores nuevos.
Ojos como los de Jo no pierden su brillo con la llegada noche ni lo pierden tampoco con la entrada que hace el día.
Los ojos de Jo son incapaces de dejar de ser un sueño y seguir siendo reales.
Sus ojos no separan a los mundos ni procuran alejarlos: los acogen, los contemplan y los dulcifican sin parpadeo alguno, sin mayor placer que el de enternecer la vida con un amor simple, fortificado y esencial para este mundo.