Quisiera ser el gran sol
que tu piel tersa y lozana
acaricia en la mañana
con su mágico arrebol.
Envidio ese girasol
cuyos pétalos de grana,
de tus besos de gitana
son el sublime crisol.
Cuando contemplo tu faz
que hace mi anhelo despierte,
quisiera ser muy vivaz
para poder convencerte,
y de manera tenaz
en mi lecho poseerte.
Autor: Aníbal Rodríguez.