A mi boca diste el vino,
Noche de recuerdos tantos,
De primer amor divino.
Ojos de mirada intensa,
Efecto a mi mente embiste,
Neuronas doquier dispersas.
Bonita boquita hiciste,
Sonrisas tenues dejaste,
Recuerdos de amor cediste.
Atardeceres añoro,
De mi corazón distante,
Y guardo recuerdos lloro.
Cuidaré tus sueños bellos,
Como quien cuida un cultivo,
De girasoles brillantes.
Seré guardian de tus sueños,
De atardeceres dorados,
Y noches de luna ensueño.
Cuidaré de ellos por siempre,
Aunque los tiempos se agoten,
Y las palabras no rimen,
Aunque los cielos exploten
Y las estrellas no brillen.
Y cuando muera mi mundo,
En forma de luz mi mente,
Sin perder ningún segundo,
Cabalgara de repente,
Al universo profundo.
Llegaré a un planeta alterno,
De girasoles dorados,
Y atardeceres eternos.
Andante, iré entre caminos,
Pensando en tu amor constante,
Escuchando hermosos trinos.
Sin importar las distancias,
Cruzaré infinitos valles,
O enemigas circunstancias.
Te encontraré caminante,
Entre senderos floridos,
Tu sonrisa fascinante.
Te amaré ojitos de jade,
Te amaré en cualquier instancia,
Aunque el corazón me falle.