Carlos Andrey Vargas Araya

El privilegio de mi esencia


En el trajín de la existencia, soy flor que no se marchita,un privilegio es mi esencia, en mi jardín, la puerta es finita.
No es de libre paso, ni de entrada sin medida,solo aquellos con gracia, pueden sumarse a mi vida.

Soy guardián de mi ser, no una estrella en el cielo,mi compañía es un deber, que no entrego al vuelo.Influyo en mi entorno, con cuidado y amor,no por ser adorno, sino por mi interior.

Mi círculo es sagrado, de sabios y amorosos,de actos ponderados, y momentos valiosos.
No soy de dominio público, ni de multitud rodeado,mi espacio es único, por seres selectos habitado.

La salud de mi mente, mis valores, mi querer,son influenciados por gente, que sabe bien su deber.
Relacionarse con el mundo, con elocuencia ,es un arte profundo, que en mi círculo me trae paz.

No desperdicio mi tiempo, en lo superfluo, lo vano,busco en cada momento, lo que hace grande al humano.
Soy resultado de elecciones, de contextos, de estar,en los rincones de mis pasiones, donde elijo habitar.

Diamante en bruto fui, ahora pulido y fino,refinado en mi construir, en un constante destino.
Valoré mi compañía, como el más raro tesoro,y en la sabiduría, encontré mi decoro.

Así me doy cuenta, de mi valor verdadero,en la vida que se presenta, soy mi propio timonero.
No regalo mi presencia, pues sé lo que valgo,en mi esencia, la calidad es mi halago.