Creo que ya tú no eres la rosa
que me inspira.
Hoy simplemente eres parte de mi olvido,
que si hubo cariño ya no me acuerdo.
Pero sigo escribiendo mis notas,
en otro dama que me da su amor.
Hasta su nombre es como una flor,
que de cada pétalo de carisia que
me dá, alimenta a mi sencillo corazón,
para seguir escribiendo mis prosa
de amor o versito de ternura, que
recibo cuando estamos en la alcoba
dándonos calor de amor, y somos
felices los dos gracias a Dios .