susoermida

Otra vez serĂ¡.

Recuerdo el tiempo

en que tu sin saberlo, entraste

con la exactitud cierta de quien invade

los terrenos oceánicos donde viven

las esmeraldas del alma y la cotidiana

forma, desestimada, del consumido crecer.

Crecer en lo emergente de una pasión.

Del ceniciento deseo de abrir las preguntas

que ya tenían despedida en los andenes

separados y en las vías férreas

que no llevan al destino que se esperaba.

 

Pero… otra vez será.

 

Será como buscar las palabras idóneas

en un abecedario sin pestañas,

con amapolas de ojos imposibles

que miran hacia lo torcido

y se encuentran con inviernos

que pudren los verbos que debíamos decirnos.

 

Pero... otra vez será.

 

Empapadas formas con cascaras

de relleno imposibles matan a las palomas

de la intención y dejan heridas

como fachadas de un atacado edificio.

Tambalean los nombres menos el tuyo,

no hay neutro en las guitarras que te cantan

Y así se va escribiendo el verso

con las esclusas abiertas.

Con las fibras malheridas de este tedio

que siempre es parejo del silencio.

No tienen intestinos estos verbos

para evacuar lo que se siente.

Todo son volúmenes y mitades.

Mitades y volúmenes permanecidos.

 

Pero otra vez será.