Paseaba entre olivos y
entre masas de gente y
entre vehículos feroces y
entre luciérnagas de leds
Cuando me di cuenta que
acaso aquel paraíso de
asfalto y hormigón, no era
en absoluto el edén
Reflexionaba sobre mi consciencia
que resurgía por entre una niebla,
de contaminación sólida y dañina
dendrita de polución filantrópica
Me alejaba de la caridad humana,
entraba en la estratosfera
del sentimiento, de la ansiedad,
sentí una emoción exotérica
El rito vació las calles de trafico
más, la noche cubrió su niebla
humedeciendo mi rostro
por entre opacos torbellinos
Sobre un banco, en medio del parque
tumbado, la cabeza dolorida,
los pies fríos, el alma inerte,
desperté al ruido de una sirena
¡Puede que fuera realidad o…, un sueño!