Hashem Fajardo

Te dejo ir

Estoy cansado de seguir drenando mi inspiración con tus recuerdos

Y ahogar mis palabras que, silenciosamente, se escurren en tus pupilas.

Ya no quiero regalarte mis pedacitos de alma

Que sé que no valoraste, y puede que nunca valores.

 

No quiero pensar en ti cada que escribo;

Quiero aburrirme de este tema, y escribir sobre uno nuevo.

Uno donde tu chispa no sea bienvenida,

Uno en donde su escritor no le importe tu partida.

 

Agradezco tus lecciones improvisadas con moralejas crudas;

Aquellas que dejabas a mi interpretación.

No me arrepiento de este error, porque fue necesario para atornillar las piezas

Que estaban desacomodadas en mi interior.

 

Me empalagué con tus gotas de sudor

Y, otra vez, confundí azúcar con sal.

Te lastimé con mi bravura

Y me lastimaste con tu soledad.

 

Aprendí que cualquiera dice que te quiere,

Pero pocos son los dignos que lo demostrarán.

No sé si nos amamos, o solos saciamos nuestra sed.

Pero por alguna araña, fui atrapado en esa red.

 

Te escribo los últimos versos que saben a tu boca.

Esta noche, digo adiós, y te canto una canción de despedida.

Ahora debo prepararme para lo que toca;

Ha llegado la hora de ser feliz; esta es mi hora merecida.