Ave de sombras, no te alejes, ni aproximes. No me guíes por las sendas que recorriste y no me hables de tus deslices.
Ave de sombras, tu pasado y el mío pareciese qué fueron sin albedrío. Como hojarasca ante la brisa se agita sin patrón establecido.
Ave de sombras, dame respiro, dame paz, dame luz, dame lugar para descansar, qué esta batalla no pienso enfrentar.
Ave de sombras tráeme contigo y abandóname en tu morada, qué ya harto estoy de batallar contigo.
Ave de sombras, libérame del alto peso que debo cargar por ti, no pienso llegar al final del camino y beber contigo en el mar de lo vivido, el habido recuerdo de tu pesar.