Ni la alborada refresca
el calor de temeridades
que el día anterior ofrezca
a mentes de veleidades.
Ni la lluvia escasa aclara
razones sin fundamento
del que no tiene talento
y solo muestra la cara;
la cara no es suficiente
para desafíos enfrentar
una mirada impertinente
es menos que reflexionar;
Ni el frío opaca la mentira
recóndita sola aflora,
la verdad de lejos mira,
es experta esa \"señora