En el silencio de la noche, mi alma susurra.Cansado estoy, y en mi pecho, el dolor murmura.Las soledades me abrazan, frías y oscuras,amores perdidos, en el tiempo figuran.
Me duelen las despedidas, los adioses sin retorno, como hojas que el otoño arranca sin decoro.Cada recuerdo un eco, un suspiro,un corazón que entre sombras, busca un tesoro.
Testigos de amores que se han ido,de besos que en el viento, se han perdido.Y en cada despedida, un pedazo de mí se ha partido,dejando un vacío, en el que fuí sumido.
Se despidió de un amor no correspondido.\"No me amas lo suficiente\", al viento confesó, y ella se marchó...
La de años compartidos, sin ruidos ni latidos, se marchó dejando un vacío, a otra dimensión en el olvido.
Y estuvo aquella, un enigma no resuelto, pero la paciencia se agotó, se agotó tan rápido lo que era nuestro tiempo. Con el corazón en pedazos, a la soledad se entregó,en el silencio de su abrazo, su esperanza se ocultó.
Ahora, en la calma de la penumbra, abre su alma, para cambiar la norma. Amar de nuevo, con esperanza y sin dilema, o seguir adelante, solo, con su poema.
Estoy cansado, de las soledades, los amores y las despedidas...