VÍAS DESIGUALES
Siempre habrá un sol que nos ate y una tormenta que nos separe…
Camino cabizbajo, introvertido; el sol despierta bermejo
Tengo frío tempranero, Marzo pasea a la primavera virgen
La estación está triste, solitaria; me considero extraño en ella
Me acomodo en mis pensamientos. Deposita sus amplias redes
No encuentro sitio, mi pensar reanuda su laberinto, mi titubeo
Sigo teniendo frío metálico, púas heladas; frases arrepentidas
Todo va tomando forma, los hábitos, lo repetido; lo escrito
La pantalla informa de mi tren, de mi vía desigual, de mi cobardía.
El amanecer amarillea, pero sigo sintiéndome frágil
Tantas dudas, tantos mares; insubordinados oleajes
El tren pausa su marcha, pausa mi cabeza, quiero huir
Donde estuvo el error, donde la canción sin mensaje
Déjame en paz, voz de mi conciencia; no soy tan ruin
El amor Guadiana, la fuente temprana, la falta de sed
Dime si las nubes traen lluvia y el cielo se vuelve gris
No eres tan lista, ¿lo sabes todo? ¿La culpa de quien?
Aguanto entumecido mi razón, mi existencia, mi fin
Proclamo a los cuatro vientos, mi dulzura, mi afecto
El tren coge velocidad y mi corazón se divide en mil
¡Ay de mi sentir! no me hagas culpable, no me ates reo
El eco del corazón y el libre pensamiento, médula febril
No existe la vergüenza. Cuando es amor, es dos veces duelo
Pero sí las reminiscencias de mi libertad; curada cicatriz
Nací en febrero para ser un perfecto estúpido imperfecto.
Voy entrando en calor, los sueños y los paisajes me miran
A veces te quiero tanto, a veces os amo intransigente
Que el vagón donde ahora habito me sosiega plañidera
Ayúdame a calmar la excitación inusual, osada, insolente
Que lo ajeno y cercano me perdone, que me comprenda
Solo se vive una vez y la respuesta no está en el papel
Sino en el viento literario de aquella mañana bisiesta
Donde la sumisión y el quererte, dejaron de ser afluente.
Hay momentos que envidio al hombre sin conciencia
Donde su poderío autoritario le evita remordimientos
Cabalga a lomos de la lujuria embriagado de avaricia
Y sus gestos concuerdan con la crueldad de sus modos
No le afecta el hachazo, la desazón de talar una vida
No le importa que una semilla por amor, sienta miedo
Que augura esclavitud, sea cohecho, egoísmo al alba
Y al final, al daño; le sude la polla, a vino avinagrado.
Dejo pasar medio dormido robledales, abedules y alamedas
El hombre camina, abandona el pueblo, se aleja del cementerio
Rebusca lo de anteayer: con sarmiento, tomillo y albahaca
Hongos, trufas y espárragos trigueros; se llena el despensero
Que empiece la guerra, aquí me detengo resguardado a la batalla
¡Pare la vida que me quiero bajar! Balas de amapolas y romero
Mi yunta me espera, me ato a su yugo, a su estela, a su cadera
La muerte no me amarga, la he vivido, la he sentido, la espero.
El tren no cesa en su encomienda, me aburre su disciplina
El cristal por el que miro dobla mi sentimiento, las quiero
Burda quimera.
Que valiente me siento, capitán de alabarderos solitario
Cuanto orgasmo ventrílocuo lleva mi vehículo a diario
Puta vida hechicera.
Lo sé, no hace falta que nadie me lo diga, esto no hay quien lo entienda
No tiene pies ni cabeza, solo mi instinto, solo yo conozco la respuesta
Puedo jurar ante mi Dios, mi conciencia, que el amor en mi cabeza existe
Que da patadas metáforas de placer nefasta y otras de agradecer escalan
Debía de llorar al mundo y recriminarle al poder, que cesen sus pautas
Que mi pena es simplemente una gota comparada con el mal que abunda
El egoísmo del ser humano no se sacia nunca, su ambición perenne huele
Y cuando te preguntas a que has venido a este mundo, te joden, te espantan
Llévame al país carantoñas de amor
Tren, trenecito, estará junto al mar
Echa carbón maquinista, echa carbón
Colúmpiame despacito, que me duerma
Sube la colina, abre la boca de vapor
Cuéntame un cuento del bien y del mal
Dame tu chirrido, imprégname de olor
Donde la luna lunera se ría boba
Créame un mundo feliz a su alrededor
Que el príncipe proscrito venza al mal
Carnavaleando de verde juntos los dos.
Y la princesa le haga lentejas para cenar
Besos, ojitos, mordiscos y piel
Solo triste, si sueño.
Acaricias, risas, goce y placer
Solo amargo, si leo.
Jadeos, gemidos, olores y sed
Solo ira, si veo.
El tren hace su parada y continúa mi pesadumbre
La multitud va y viene, sube y baja, veo guiñotes
La vacilación de un gorrión novato echar a volar
Así me siento yo, en mi cabeza, corazón miope
Gritaría loco de pasión, versos de amor de amar
Mi boca, mis dedos, mi lengua; mi intruso pene.
Tenerte en mis brazos, entrelazados, sumergidos
Relacionados como el olmo y el río.
Echados, sintiendo tu cuerpo, tu piel, inefable olor
Adicionados como el verano y el sol.
Ligeros de prejuicios, desnudos ante el mundo
Compendio de lluvia y nubarrón.
Tú tienes tu mundo, la órbita que te rodea
Tu nido de piñones creado en tu pasado.
Yo, tengo el envite a grande y a pares
Al juego de la ruleta rusa, el infame atrevido
El cabrón que apareció un día impar
Y te subyugó al placer virtual, efímero
Sucumbiendo cristal a tus respuestas
Me fui nervioso a un mundo inhóspito
Al margen del río donde los peces soban
Y se quedan tontos, reliquias de crío.
Siempre habrá un sol que nos ate
Y una tormenta que nos separe
Deberemos jugar a esperar que el limón endulce
Que la granada no tenga colores
Y que la manzana de Eva me otorgue
La complacencia que te ame en vías desiguales.
Fin