Tejido de pasiones, tu piel es un soneto.
en cada centímetro, una estrofa ardiente.
Mis labios, como versos, exploran, sienten
el deseo se extiende como un fuego secreto.
En la noches, son tus ojos, dos luceros,
la celosa luna se oculta en las almas
de los árboles, en sus hermosas ramas,
donde se mueven, vientos de los deseos.
Los cuerpos se funden en verso sublime.
Se suda la pluma que escribe en la piel
y el alma; la medida abraza la rima.
Dulce melodía, gemidos, sublimes
son los misterios y amantes de la miel,
son como los ritmos que la noche estima.