Esta noche, que no tengo sueño
y seguiré despierta, dormí mis tristezas…
Sentí frío, aunque no es invierno,
y me cubrí con un paño tejido con fértiles
hilos de esperanza.
Desde la ventana veo , posado en un gajo,
un pájaro níveo que está bostezando.
Me acuesto en la cama. Abrazo tu almohada
y me quedo quieta, pensando y pensando…
si vendrás mañana…
Amelia Suárez Oquendo
27/05/2024