Es verano, la playa está saturada
de turistas felices y otros doloridos
Allí la muchachada
se pasea, mientras miran
a las mozas, recostadas en la arena,
con un tostado subido.
Yo ya pasadito de años,
no me le animo al baño,
sólo recreo mi andar,
con mi vaso de licor,
muy ufano, campaneando,
la belleza de las damas,
que al verlas te dan ganas
de volverlas a mirar
Tanta lindura te hace pensar
que no todo es trabajo,
afán y preocupaciones,
hay momentos de solaz,
de lectura y diversiones,
instantes de privacidad
también de compañía,
y de charlas compartidas.
esas son las horas de alegría
que debemos valorar,
La vida para unos es bella,
para otros desgraciada,
depende, del color
del cristal con que las miras
Si lo haces, con el matiz del amor
hasta lo malo parece bueno
y merece ser vivido
aunque mucho, de lo mejor
se nos pierda en el olvido.
A la vida hay que vivirla,
por las buenas o las malas
y no hay vuelta que darle,
sea varón o sea mujer
¡Aguante y adelante!