Cuando pare la lluvia
Cuando el viento abandone su soplido
Las montañas nos entregarán la energía acumulada
Todo el Sol que se acostó en sus veredas
Y en todo sentido debo tratar de ubicarme
No importa desde dónde surja mi voz
Me es preciso sin saberlo
Que un lugar es para mí
Buenos para el oido
Malos para el verbo
Reconocemos el mundo
Y no nos cansamos en confirmar la vida
O cualquier otra felicidad
Vivimos sabiendo qué sonidos son premonitorios
Qué graznido quiere entrar por las ventanas
Llamados de días cercanos y futuros
Llevamos cruces y aprendemos a bendecir
Cada día tiene su estrella
Y cada día su certeza
Un cansancio se asoma
Y todo busca su origen sin cesar