Baratza01

A una pena

(soneto asonante)

 

No notarás jamás como te miro

ni mucho menos cuanto te deseo.

recela tu mirada al peregrino,

como diciendo “¡vasta, no de nuevo!”

 

No notas la caricia de mi ruego

ni la turbia alborada de desquicio

que sale de lo hondo de mi pecho.

¡Haces oídos sordos a mi trino!

 

¿Qué tendrá tu armadura lacerante?

¿Qué tendrá el corazón que no se escuda?

¿Qué tendrá mi razón de empuñadura?

 

Tú nunca entenderás al que ya arde

con penas y desaires de tu boca.

Tú nunca mirarás a quien no importa.