Temí lo que depara
Y mi optimismo tomó un vaso de esperanza.
Y allí me senté, como pueblo en votaciones,
Con fe de elefante frente al televisor.
Me trajo la expectativa
Y me arrastró un tsunami
Cuando el ave miró su reloj
Y su vuelo iba en picada.
Te dediqué más de una oración nocturna;
Hasta mis colochos estaban dispuestos a bailar
Hasta el piso si alzabas la gloria.
Pero la danza fue con dos pies izquierdos
Y tropezamos con la misma piedra.
Esa piedra que pintó el cielo de blanco
Ignorando el sabor de la grama verde.
Eres ladrón, de esos que roban a la antigua.
Tus logros fueron mis sueños
Y con tus penas debo irme a dormir.
Pero sí dos veces caes,
Dos veces caigo contigo.
Gracias por correr un marathón
Y espero pronto me devuelvas la ilusión.