No sostuve ni expectativas,
mi mente se puso inquieta y me traiciono, buscando algún anhelo,
pero, me pregunto ¿Tan mierda tuve que ser? para que nadie me guarde ni un flagelo,
nunca pedí mucho, una charla, un encuentro, intercambiar risas y ya,
me rodee de gente fría, que le gusta de vez en cuando calentarse con mi calor,
pero de que sirve dar, si no recibí un equivalente,
regale oro y no recibí ni su peso en cobre,
sorpresa espere, sorpresa encontré,
no hubo ni una rosa marchita en la puerta,
ni el cadáver putrefacto de un sapo maloliente,
no hubo compañía, y el silencio, escucho atento mi llanto,
¿Realmente merecía todo esto?.