RICARDO V

Efímera hermosura

Eres la portadora de mil perdones

por tu hermosura,

más la cordura

te aportara en la prudencia las razones

de tu locura.

 

¿Tiene debate lo bello de las cosas

que confabula,

sin más mesura,

para el engaño que la vista atesora

y nos perdura?

 

Es la belleza esa parte del camino

que se aventura

y disimula

el verdadero carácter del destino

y que se esfuma.

 

Te has creído que el encanto que atesoras

es la conjura

que te asegura

el mísero corazón que se enamora

de tu figura.

 

Hay que dotar de sentido consistente

a esa envoltura

que te subyuga

para alcanzar aquello que se pretende

y poco dura.

 

Toda aquella reverencia recibida,

sin galanura,

de un caradura

que sólo quiere catar fruta prohibida,

sólo es basura.

 

No te quedes en las formas de las cosas,

son miniaturas

que disimulan

la verdad más sustancial de lo que importa,

su esencia pura.

 

¿Qué es lo que nos queda de lo que fue hermoso?

¿su catadura?

¿su singladura?

y es que el paso del tiempo lo guarda todo

en sepultura.