Serpiente que te escondes en las sombras
taimada y avanzando con sigilo
moviéndote en las rosas y los lirios
en busca de la presa que te antoja.
Serpiente venenosa sobre rocas
no vengas a morder con tus colmillos,
ni vengas a causar mayor perjuicio,
con lengua que tú llevas ponzoñosa.
La sierpe que malvada siempre avanza
te muerde si te encuentras desatento,
inyecta su veneno con su baba,
si clava sus colmillos muy adentro;
te causa los dolores en el alma
y cuando no lo esperas… ¡quedas muerto!