Fuiste el Tiempo de los Soles
entre los Desiertos de mi Vida
y los Mares Quebrados de la Muerte.
Fuiste la Sombra y el Ángel
que Sembró la Arena
que Resbaló en tu Angélica Sombra.
Fuiste Sol y Luna.
Estrella y Vida.
Inocencia y Tragedia.
Fuiste Agua y Pan
y Tanto Más...
Fuiste el Verde Aroma de Limón
que en el Empedrado Húmedo de mi Alma,
Aún te Llora.
Entre Deshojados Inviernos del Lejano Amberes
Desmaya aún tu Rosa Púrpura y sin Espinas.
Y en la Valencia de tus Amores
que Amabas
Aún estás, Dani!
En el Ondulante titilar de Tu Estrella
y el Jardincito Pequeño y Florido
que Elegiste
antes de tu Silencioso Partir
Inesperado.
Marcará el Compás Doloroso
el Reloj Sin Agujas de tus Horas,
cuando tus Brotes-Versos
Adheridos a la Muralla de Hiedras
de tu casi Perdida Ausencia,
Demuelan las Horas y Distancias,
Cielo y Tierra Malheridos,
Brisas y Tormentas.
Paredones Enmohecidos
y Cercanías en la Dulce Palma
de tu Brisa-Caricia...
Dulce Niña en Desamparo.
Seguiré Siendo hasta mi Viaje Eterno
Tu Orgullo de Madre,
Y el de seguir Pintando
mis Labios
con tu Nombre:
Dani,
Dani
y sólo Dani...
(Patricia)