Suseniko pide cuentos alegres
y yo, perdido en mi infancia de nubes,
rebusco entre mis viejas ilusiones
unas voces de juegos infantiles.
Del riachuelo, los peces de colores
juegan en las calmas aguas azules,
al escondite entre los juncos verdes
Los osos huelen las doradas mieles,
veloces corren hacia los panales,
son del bosque los pillos más felices.
Con ganas, jugamos a los disfraces,
de gnomos, duendes y otros figurantes
Luego a las carreras entre los árboles.
¡Eh!, mira al frente, salta y no tropieces.
Ya el Sol amaga tras los fríos montes.
Acechan las sombras de notas grises,
para regresar aún quedan luces.
Llegamos a casa con risas cómplices.
Madre nos dice: ¡hora de cenar, peques!,
y otra vez los aburridos guisantes?