En el vaivén de la vida, me pregunto con afán,
¿Dónde están mis amigos, aquellos de corazón leal?
En la distancia y el tiempo, los recuerdos se desvanecen,
pero su esencia perdura, en mi ser se fortalecen.
En las risas compartidas y los abrazos sinceros,
en los momentos difíciles, siempre estuvieron certeros.
En cada aventura vivida y en cada paso dado,
mis amigos estuvieron a mi lado, sin haber preguntado.
En cada palabra de aliento y en cada gesto de amor,
mis amigos me enseñaron el verdadero valor.
En la complicidad de nuestras miradas y risas,
encontré en ellos mi refugio, mi paz, mi brisa.
Aunque el tiempo y la vida nos separen por momentos,
nuestro lazo de amistad se mantiene, intacto y eterno.
Dondequiera que estén, sé que siempre estarán presentes,
mis amigos, mi familia, mis almas valientes.
En los recuerdos compartidos y en los sueños por cumplir,
mis amigos son el faro que me guía hacia el porvenir.
No importa la distancia ni el tiempo que pueda pasar,
mis amigos están en mi corazón, siempre a mi lado a brillar.