Mis lagrimas empañan tu imagen en mis sueños
Y es mi ferviente deseo el beber de tus labios
El veneno de tu amor, que quiero más, aunque me mate.
No debería de quererte, mi dulce tentación,
Tus manos son caricias con espinas
Que quiero, aunque me hagan daño.
Si me miras hay fiesta en mi corazón
Aunque la orquesta duerma aun costado
De mi cama vacía.
Me rodean tus ojos en las madrugadas de insomnio
Y es un laberinto tu corazón donde me pierdo
Sin reprocharte nada, sin preguntarte si me amas,
Si de noche me recuerdas.
Intento olvidarte, deseo no amarte,
Pero es una mala estrategia,
Porque después de tus besos estoy a tus antojos
Estoy casi muerto.