Así, tu y yo, imaginábamos
el fruto de este amor naciente,
nuestra morochita,
la de cabellos crespos.
Morochita, como su padre,
hermosa y radiante como su madre,
correteando por la casa como papá,
extrovertida la princesa, como mamá.
La morochita de cabellos crespos,
mi morochita,
tu morochita,
nuestra crespa morochita.