Las Rosas del Jardín
Sanana razón es la ira indeleble,
no exasperes más en el tiempo,
si en el ocaso termina el sol,
dejando abrir la luz a oriente,
pero, aquí son las rosas del jardín,
cuando arde en mí el deseo,
como un festín de rosas clandestinas,
como un ademán frío y como el viento,
ser de tí las fiestas de rosas del jardín,
cuando arde el temor en ser como el confín,
en poder sentir en la piel el frío y al sol,
como la luz en el alma y en el cuerpo,
unas rosas del jardín en el ocaso,
pero, el sol se va como llega la noche,
y si pierdo el alma sé que al sol jamás,
a menos que se vaya a oriente,
y si se va a oriente sabrás que viajaré,
como un viajero sin destino ni camino,
pero, sólo tendré a las rosas del jardín,
y sé que en la noche tendré igual al sol,
como un lindo bronceado en la piel,
y si el sol se marcha lejos iré tras de él,
como con esas rosas del jardín,
que poseen al sol en sus más lindos pétalos…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
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