I. Ausencia y recuerdo
En la penumbra de tu ausencia, tu luz aún titila, un eco persistente en la memoria, un susurro que la brisa destila. Tu aroma impregna el aire, tu esencia vive en mi corazón, un amor que se libera sin ataduras, una llama que no conoce extinción.
VII. Un viaje sin fin
Un viaje sin fin, una historia sin final, un poema que te invita a sentir, a explorar el universo emocional. En la danza del amor y el dolor, la vida se manifiesta en su plenitud, con sus alegrías y tristezas, con su belleza y crudeza, con su infinita magnitud.
II. Destinos separados
Dos almas perfectas, en rompecabezas distintos, un amor que desafía la lógica, con destinos que se bifurcan infinitos. Ella, destinada a la felicidad, yo, a recordarla con fervor, un amor que se transforma en memoria, un tesoro que vive en el interior.
V. Un canto a la vida
Un canto a la vida y a la esperanza, un himno al amor que todo lo cura, un poema que te abre la puerta a la libertad, a la felicidad que tu alma procura. En la melodía de la vida, tu recuerdo es la nota más dulce, un faro que me guía hacia la salida, un refugio donde el amor se vuelve más lúcido.
III. Amor inquebrantable
Más allá de la piel y la carne, el amor reside en mi alma, una conexión que la distancia no borra, una llama que nunca se calma. Las olas del tiempo golpean la costa de mi corazón, pero tu recuerdo permanece intacto, una brújula que me guía en la confusión.
VI. Reflexión y verdad
En la danza del amor y el dolor, este poema te ofrece su mano amiga, una invitación a la reflexión, a descubrir la verdad que en él se prodiga. Las palabras son como olas que golpean la arena, quebrando las barreras del silencio, revelando secretos que la mente atena.
IV. La danza del amor y el dolor
En la danza del amor y el dolor, encontramos la fuerza para seguir, un legado de valentía y libertad, un amor que nos invita a vivir. Los pasos se confunden, las lágrimas se mezclan, en un mar de emociones que nos envuelve, la esperanza se mantiene inquebrantable, como un faro que ilumina la oscuridad.
VIII. Legado de amor
En la penumbra de tu ausencia, tu luz aún titila, un legado de amor que pervive, una llama que nunca se aniquila. En la danza del amor y el dolor, encontramos la fuerza para seguir, honrando el recuerdo de lo que fue, abrazando la incertidumbre del porvenir, con la esperanza intacta de que nuestros caminos se vuelvan a unir.
JTA.