Callado, tocaré sólo la punta
la punta de tus dedos tan silentes
esperando mañanas diferentes,
ojera en tu pupila que pregunta.
Tú tienes en la palma de tus manos,
los cauces de los ríos recorridos,
tus caricias no viajan al olvido.
De tu piel sus lugares tan Arcanos.
Viajando al lago rosa de tus uñas
dejan huella en mi espalda que es tan tuya,
muy sonriente, mi Ser, tú sola empuñas.
Y lo siembras en ti, como una puya
al tiempo que marcan huella tus uñas.
el río del Edén deja que fluya.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
29/05/2024