Elias Castellano Blanco

EN EL GENOCIDIO

 

 

El amor ¿Aún existes?

 

Este genocidio explícito

sin controles y a la carta,

que en medio de un mundo tácito

bebe la sangre templada.

 

La viudita de los vientos

con el viudo de la mar,

agarrados por las manos

por las estrellas, se van.

 

Van huyendo de los ruidos

que hace la muerte al pasar.

Él va, con su capa de oro,

y ella de armiño real.

 

La luna sale a caballo

y penetra en la ciudad

donde los niños de trapo

fingen que son de verdad.

 

Las puertas, de quicio en quicio,

brindan su hospitalidad.

Detrás, se encuentra la muerte.

¡Muerta de tanto esperar!

 

Y Getsemaní temblando,

se esconde entre los olivos

para no sentir la sangre

de un odio viejo, y ya antiguo.

 

Los dioses que se pasean

de templo en templo y, con cetros,

cubren sus ojos con cintas,

y pasean, como ya muertos.

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En tierra de religiones

y esperando las promesas,

no se respeta al hermano.

Solo se mata… Y se reza.