QUIMERA
Era tan lindo para ser verdad
Ese silencio sin palabras me envolvió
La ebria soledad me hizo soñar
Que tu octubre sería mi sol.
El fulgor de tus ojos me hechizó
Tu ligera sonrisa atrapó mi alma
Mi corazón volcado en felicidad
Al ver tus labios repletos de miel.
Así como en la nieve cala el frío
Calaste en cada rincón de mi ser
En mi gélida existencia busco tu calor
Pero no soy yo el elegido por vos.
A veces me pregunto si serás mía
En cada amanecer crece la ilusión
Anhelo anclarme en tu regazo
Y ser cautivo de tu tierna pasión.
Hoy siento el rito de la ausencia
Que sin decir adiós
Te alejas como la barca de su puerto
Escapando al enredado amor.