Madre mía tú que me escuchas, desde tu vientre;
moldea mi carácter para que hoy te reencuentre;
en esta vida que me regalas con una sola sonrisa;
diciéndome en el día, abrocha tu camisa deprisa…
Madre mía tus manos luchadoras tocan mi latido;
las sienten con el calor de tus besos en el infinito;
guiándome cuando el sol toca este papel favorito;
que se relata, cuando ella pronuncia mi descuido…
Cuando su voz se detalla dentro del inconsciente;
para encontrar respuestas en el hombro cansado;
que rozan el fondo del corazón en aquella mente;
que caminan distraído en las ciudades del pasado…
Cuando el recuerdo conquista un pan en la mesa;
mientras en sus ojos brillan esperanzas en el hijo;
que son deseos profundos perfilando la promesa;
moldeando con ansias, el sueño en el tiempo fijo…
Porque en sus alas cobija la ternura que hoy vive;
como si fuese, su último suspiro en esas palabras;
que se visten dibujando la piel que hoy sobrevive;
gracias a su amor incondicional, nace estas letras…
Que son frutos de su belleza que no me descuida;
aun siendo egoísta ella es cristalina como el agua;
es como la nube blanca que resplandece la niebla;
es como el beso inolvidable porque ella me cuida…
Madre mía te quiero mucho hoy no te preocupes;
sonríe siempre eres lo mejor que tengo en la vida;
jamás lo olvidare, porque tu dedicación es vivida;
es estrella que brilla en este espacio con virtudes…
VERSOS DE DANTE ALIGHERI (DCV)
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