Ely.M.

Nada va quedando

 

He sido asesina sin darme cuenta.
He logrado matar el tiempo,la memoria, la alegría, la ilusión, la esperanza y hasta el amor.
He querido a veces ajustar las agujas del reloj tratando de rescatar algo.
Pero he sido llama y dentro de mí han ardido recuerdos buenos y malos, sentimientos, emociones.
Nada va quedando.
Y como serpiente voy cambiando de piel y hasta las cicatrices se están borrando. Si sigo así quedaré como un castillo de arena que debe construirse miles de veces pues a diario la marea lo hace nada. Y no queda ni señal de que algo estuvo ahí.
Y es que mi mente es ésa ola que solo sigue su curso y arremete contra orilla y borra instantes.
Y hay mucha arena y quiero creer que hay mucho tiempo para construir algo sólido que permanezca. Las opciones se agotan al igual que mis fuerzas y mis ganas. Quizá esté bien que sea así. Pero entonces ¿Qué contaré de mí? ¿Que responderé cuando alguien pregunte?
No puedo simplemente empezar mi historia partiendo de donde he sido feliz y todo parece más fácil.
Haciendo ver qué ha sido un sueño color de rosa atravesar ese desierto donde la soledad se abalanzó sobre mí. Donde me he sentido sola, sin fuerza, sin motivo.
Donde he llorado, gritado y me arrancado el dolor. Donde me he cocido cada herida, y me he armado pieza a pieza, donde he construido nuevas alas a la imaginación y al deseo.
No sería justo para mí.
¡Pero que hay de justo en ésta vida!
A nadie quiero impresionar con lo que me ha tocado enfrentar. Solo quiero sentir que he logrado hacer cosas que no hubiera imaginado. Que he superado fracasos y he podido levantarme. Solo quiero sentirme realizada. Pero, ¿Cómo logro hacerlo si no puedo guardar recuerdo alguno? Nadie más sabe lo que he pasado, lo que he sentido. Por eso desearía que no fuera tan fácil echar todo al olvido. Mi mente juega conmigo y no logro hacer que me obedezca y que despierte lo pasado. Porque simplemente quiero poder recordar que me he superado, que he podido, que he ganado mis propias batallas. Podrán parecer poca cosa para algunos. Pero me han cambiado, me han hecho ser quien soy, me han hecho amarme y han logrado hacerme sentir completamente capaz y valiente. Tanto así que me he perdonado y me estoy dando otra oportunidad. Porque sé que puedo, porque sé que me lo merezco.