Busco porque no tengo a nadie
Para encontrar alguien que vuelva hacia mí
Hay indicios que son huellas, que caminan para atrás
Busco a quien haya vivido libremente en Nápoles
Navegado por los canales de Venecia
y haya sido la primera mujer en fumar
y dejarse fotografiar desnuda
En cruzar nadando el canal de la mancha
Que haya vendido violetas de los Alpes
en Córdoba, para peregrinar a Luján
y de ahí a París en donde creó una fragancia
que solo se huele en las catacumbas de la ciudad luz
Que esté viva o haya muerto de tisis
Que haya escrito poemas en un sótano de Moscú
Desde ahí viajó como turista a las minas Siberianas
escribió y tradujo cuentos eróticos en Inglaterra
que una editorial editó clandestinamente
y publicó en Berlín antes que cayera el muro
Disfrutó de la primavera de Praga y del mayo francés
Ya ciega me dicen que bailó en el teatro Colón
pero se fugó con un músico callejero
que durante el día tocaba el saxo en el subte
y de noche manejaba el camión de la basura
Fue la cara sonriente de una radio estatal
Cultivó cannabis y practicó hidroterapia para una sola pierna
Se fue a Roma a buscar su antiguo novio cura
Que ahora es obispo, para que con una sonrisa la bendiga
porque se olvidó de rezar y así rogar
para poder ver a sus nietos en los años bisiestos
Puse avisos en las redes sociales, en los diarios también
Y en papeles que el viento amontona sobre los alambrados
De una cancha de fútbol del conurbano
Si alguien la conoce o identifica por favor contactarse
Al número primo anotado atrás del post it
Tengan en cuenta que a quien busco
Es una mujer normal que tiene pies cabeza y corazón
Con ojos húmedos de lágrimas
que detestan mirar hacia atrás
Que lee y escribe del derecho al revés
Que canta susurrando y no tiene eco
Y tiene un pequeño lugar en su espalda
entre los omóplatos
que alguna vez
tuvo
Alas