Lesioné mi hombro y costó mi brazo
En él lloran y con él siempre abrazo
A los desdichados quien a mucho les ha costado
Por andar despejados, en su paso, olvidando bosquejar su trazo.
Fracturé mi ligazon, su cotización fue mi suela
Por andar la tierra, olvidaron mis alas cómo se vuela
En aquel momento ignorante al precio, pues necesitaban encendida una vela
Los cuerpos, ahora flotantes, que me cruzan con cautela.
Quebré mi espalda, esta vez me costaron las palmas
Las que en la habitación me hacían mujer, pero en la calle una dama
Pues entre sábanas removía máscaras, en la carretera sonreía a fantasmas
Pues había vendado sus tajos, sin sangrar quienes andaban el panorama.
A pesar de haberme herido, al punto de desconocer mi reflejo
No tumbaron alarmas pues es tan sólo pellejo
Amparar a quien me reflejaba era sólo un despejó
Mas, cuánto más desaliento ajeno, más lejos me iba perdiendo.
Lastimé y golpeé mi vida, y creerás que costó mi alma?
Y no me volví armadura, tan siquiera me volví un arma
Me volví ataque de asma, atascada en un diafragma
Olvidado cómo respirar pues, diferentes relatos, diferentes programas.
Entre una ajena nostalgia, lastimé quién soy y perdí mi rostro
No me valió nada a cambio, mas sí costó a otros
Costó su descargado dolor, su enojo y su despojo
Y yo que juré no olvidar, que la vida es ojo por ojo.