Las calles se cruzaban
Como tentaculos de orfanato
Sobre las manos de Pilato
Los patos se amaban
Las anforas vacias
Cubrían las cabezas
De unos pocos
Centauros sin luz
Las sales sobre el alma
Y siempre nos tentamos
Los ratos que amaba
Sobre lodo los dejamos
La aurora del día
Rodaba como cereza
De unos locos
Salvados del alud