Mercedes Bou Ibáñez

Rimando por rimar

 

Hoy me levanté
muy poco católica
una fuerza eólica
rula en mi cabeza.
¡Por Dios que pereza,
me vuelvo a la cama!
Mi cuerpo reclama
detrás de una fiesta
el juntar la siesta
con toda la noche
y así pongo el broche
a un día de juerga.

Menuda monserga
me ha dado mi madre,
se chivó a mi padre
que vine contenta,
el cholec con menta
fatal me sentó,
eso dije yo,
¡Pues hija no bebas!
Si alcohol no pruebas,
no pasas por esto,
¡borracha cual cesto!
¡Menuda vergüenza!

Esto no se trenza
si yo fuese un hombre
y no se me asombre,
que cosa es muy cierta,
tiene el hombre puerta,
tan solo por serlo
y es caso de verlo
ya de otra manera,
echemos ya fuera
antiguos conceptos
y crezcan preceptos
de igualdad completa.

Sea esa la meta
de tiempos futuros,
ya no más apuros
las mujeres tengan
y más no me vengan
con falsa igualdad,
cunda la equidad
sin falsas prebendas,
saquen ya las vendas
que impiden el ver
que por ser mujer
el mundo nos frena.

Rompan la cadena,
¡Mujeres luchad!
Llegue la igualdad
a todo el planeta,
como una cometa
surque vuestro grito
y cese ya el mito
de la mujer tierna
que de siempre eterna
se debe al marido.
¡Luchad os lo pido,
ganad esta guerra!

Ya como una perra
me harté que me traten
y así que me maten
ya no estoy dispuesta,
ahora la orquesta
sola la dirijo
y sepan de fijo
que ningún lumbrera
me lleva a la era, 
si no doy permiso.
¡Sola me lo guiso,
no quiero cadenas!

Basta ya de penas
por ser tan sumisa,
¡y vaya esto a misa!
Conmigo no juega
aquel que me llega
de macho mandón
que sin dilación
lo mando a la mierda,
aunque así me pierda
algún revolcón,
ya tendré ocasión
con otro que venga.

Que sirva mi arenga,
de punta de lanza
que ya el mundo avanza
buscando otra recta,
vaya esta indirecta
pa\\\' quien va de macho,
que ante un mamarracho
soy como una piedra,
soy como la hiedra 
que trepa y no para
y soy yema y clara
de aquel que me entienda.

Que nadie pretenda
que sea su esclava,
esto ya se acaba,
nadie vea ofensa
en esta defensa
de mi libertad,
solo la igualdad
pretendo con ella,
y dejar la huella, 
haciendo saber;
¡Qué es toda mujer,
del mundo la reina!

Mercedes Bou Ibáñez