Cada mañana, esperamos, expectantes al Sol.
Su luz incandescente y dorada, trae ese Rey.
Él porta vida y se sabe el más radiante farol.
Él, es la vida misma y tiene propósito de ley.
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Ay, de aquellos que reniegan de su presencia.
Él, poco a poco, nos va dejando su don solar.
No saben nada, los que ruegan, su ausencia.
El Rey va despejando la vía a la Diosa Lunar.
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Indocto el que nunca entendió el: Wu Wei.
El mundo es dual, al lleno, le sigue el vacío.
Todo pervive en vital, sincronía, eso es Ley.
Nada está quieto, todo se agita, como el río.
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¡Se ha de respetar la ley del lleno y el vacío.
Si te niegas, pones rocas, en el cauce del río!