Tan frágil como el ave
que cae desde su nido aprendiendo a volar...
la vi caer.
Con sus alas quebradas,
con la lluvia en sus ojos,
me dijo entre sollozos
\"No me quiero romper\".
Y vi brotar su llanto
como sangre de estrellas;
y la abracé a distancia
aplacando sus penas.
Y se hizo tan pequeña
que fue grande;
y fue tanto el dolor
que dejó de doler.
Y entonces entendió
su fuerza y su valía,
y comenzó a quererse
y a amarse día a día.
Y una mañana vió
en su cielo, brillando,
el amor más bonito
que la estaba mirando.
Y se acercó tan calmo
como un sol de verano;
la llevó al arcoíris
tomándole la mano.
Dos luciérnagas sus ojos,
dos medialunas sus labios,
dos rosas en sus mejillas...,
corazón enamorado.
Aquí termina mi historia,
la tuya apenas comienza;
sé feliz, amiga mía,
ama, ríe, sana, sueña.