José Luis Barrientos León

Esperanza

Tempestuosa mi alma,

excitada de incontrolables anhelos,

me lanza a la insaciable corriente de ríos inmaculados,

colmados de esperanzas,

con la indomable fuerza de mis años,

que rescata mi corazón desde el fondo,

donde me llevaron los derrumbes del tiempo,

liberándome de la edad enloquecida,

hasta posarme en jardines floridos,

donde retoñan lo brotes de la vida

 

Bajo los relámpagos del amor,

que clavan su brillo en los parpados oscuros,

brotan la luz y la risa que marcan la senda,

hacia los brazos de mi Afrodita,

donde escucho en su pecho latir la esperanza,

que reanima el aroma de la flor,

cuál amable juventud.

 

Esperanza deseada con vivas premura,

llegas al momento en que mi alma se afligía,

en la sonrisa angelical de un niño,

recostado sobre el seno que le da la vida.

Llegas entre cantos de alas ligeras,

como mariposas aladas sobre la cabeza.

Llegas para amar y ser amada

cuando en la longevidad parecía que todo terminaba.