TÁLAMO QUE NO ERA TÁLAMO
En sábanas carpadas
me dormí jugando
con tu sonrisa
sobre el tálamo
que no era tálamo.
Te fuiste de tarde
a donde el crepúsculo
cierra los párpados
y abre los párpados
todos los días.
Hacia donde la noche
borra los pasos
y con su ojo cósmico
eclipsa tus ojos camaleónicos
enlutándolos.
Esa noche que te fuiste
juraste no volver
y partiste triste muy triste
hasta dolerme ese día
desde el primero que te conocí
en el tálamo
que no era tálamo.
En sábanas carpadas
desperté adultero
en el tálamo eterno.