Elias Castellano Blanco

CUANDO TODO TERMINA

 

 

Mis ecos son de un ruiseñor que llora

y mis suspiros de paloma triste.

Y es mi dolor desde que tú te fuiste,

lamento hueco de campana insonora.

 

La mirada que fuera soñadora

hasta el día en que tú me conociste,

fue perdiendo aquel sueño, y ya, no existe

el fuego que del alma se evapora.

 

Todo tiene su fin y su comienzo.

Hay veces que con duras pinceladas

el pintor da por acabado un lienzo.

 

¡Caprichos de la vida y del artista

supremo, que en nuestros designios hurga!

Y lima donde sobre alguna arista.